Constituir una sociedad en España conlleva numerosas ventajas fiscales que pueden resultar muy atractivas para los emprendedores y empresarios.
Una de las principales ventajas es el Impuesto de Sociedades, cuya tasa general es del 25%. Sin embargo, para las pequeñas y medianas empresas, se aplica un tipo reducido del 15% sobre los primeros 300.000 euros de base imponible, lo que supone un ahorro significativo en impuestos.
Otra ventaja fiscal importante es el régimen especial de consolidación fiscal, que permite a un grupo de empresas tributar como si fueran una sola entidad, lo que puede resultar en un ahorro considerable en el pago de impuestos.
Además, España ofrece una amplia red de convenios de doble imposición con otros países, lo que puede evitar la doble tributación de los beneficios obtenidos en el extranjero.
Por otro lado, existen deducciones fiscales para fomentar la innovación y la investigación, como la deducción por I+D o la deducción por patent box, que pueden suponer un beneficio adicional para las empresas que invierten en estos ámbitos.
En cuanto al IVA, España tiene un tipo general del 21%, pero existen tipos reducidos del 10% y del 4% para determinados bienes y servicios, lo que puede ser beneficioso para determinados sectores.
En resumen, las ventajas fiscales de constituir una sociedad en España son numerosas y pueden suponer un importante ahorro en impuestos para las empresas. Es importante tener en cuenta estas ventajas a la hora de tomar la decisión de emprender en nuestro país.
