Impuesto de Sociedades vs. IRPF: ¿Qué te conviene como emprendedor?

Uno de los primeros dilemas al iniciar un negocio es elegir entre tributar como autónomo (IRPF) o constituir una sociedad (Impuesto de Sociedades). Cada opción tiene ventajas e inconvenientes fiscales, y la mejor elección depende de factores como tu volumen de facturación, gastos deducibles y proyección de crecimiento.

En este artículo, te explicamos las diferencias clave entre ambos impuestos y cuándo conviene cada uno.


1. Diferencias básicas: IRPF vs. Impuesto de Sociedades

AspectoIRPF (Autónomo)Impuesto de Sociedades (SL, SA, etc.)
Tipo impositivoEscala progresiva (19% a 47%)Tipo fijo (25% en general, 15% para nuevos emprendedores*)
ResponsabilidadIlimitada (respondes con tu patrimonio)Limitada al capital social
Gastos deduciblesSolo gastos justificados y proporcionalesMayor flexibilidad en deducciones
Pagos fraccionadosTrimestrales (modelo 130/131)Trimestrales (modelo 202)
Beneficios retenidosTributan en el momento de generarsePueden quedarse en la sociedad (con un 25% de impuestos)

*Desde 2023, nuevas empresas tributan al 15% los dos primeros años con beneficios (luego, 25%).


2. ¿Cuándo conviene ser autónomo (IRPF)?

Tributar por IRPF puede ser más ventajoso en estos casos:
Facturación baja o irregular (menos de €60.000-€80.000/año).
Gastos deducibles limitados (si no tienes muchos costes empresariales).
Negocios con poco riesgo (no necesitas limitar tu responsabilidad).
Quieres simplificar la gestión (menos obligaciones contables que una SL).

Ventajas del IRPF:

✔ Menos trámites y costes de constitución.
✔ Posibilidad de aplicar deducciones por rendimientos irregulares (art. 32 Ley IRPF).
✔ Si tienes pérdidas, puedes compensarlas con otros ingresos personales.

Desventajas del IRPF:

Tipo marginal alto (a partir de ~€35.000 ya pagas más que el 25% de Sociedades).
Responsabilidad personal (si hay deudas, respondes con tu patrimonio).


3. ¿Cuándo conviene una sociedad (Impuesto de Sociedades)?

Crear una Sociedad Limitada (SL) suele compensar cuando:
Facturas más de €80.000-€100.000/año (el ahorro fiscal supera los costes de mantenimiento).
Tienes gastos elevados (puedes deducir más que como autónomo).
Quieres proteger tu patrimonio (la responsabilidad es limitada).
Planeas reinvertir beneficios (en una SL, los beneficios no tributan en IRPF hasta que los retiras).

Ventajas del Impuesto de Sociedades:

Tipo fijo más bajo (25% vs. escalas de IRPF que superan el 30% rápido).
Mayor flexibilidad fiscal (amortizaciones, reservas, optimización de gastos).
Imagen más profesional (algunos clientes prefieren trabajar con empresas).

Desventajas del Impuesto de Sociedades:

Costes de constitución y mantenimiento (notaría, gestoría, impuestos anuales).
Obligaciones contables más complejas (libros de cuentas, auditorías si superas ciertos límites).


4. ¿Se puede combinar IRPF y Sociedades?

Sí, hay estrategias para optimizar fiscalmente:
🔹 Cobrar un sueldo como administrador (la SL deduce el gasto y tú tributas por IRPF, pero a un tipo menor que los beneficios empresariales).
🔹 Dejar beneficios en la sociedad (solo pagas el 25% en lugar de retirarlos como dividendos, que tributan adicionalmente en IRPF).


5. Conclusión: ¿Qué me conviene más?

PerfilRecomendación
Facturas menos de €80.000 y pocos gastosAutónomo (IRPF)
Facturas más de €100.000 o quieres proteger tu patrimonioSociedad (Impuesto de Sociedades)
Emprendedor con alto crecimientoSL desde el inicio

Recomendación final:

Si estás empezando, puedes probar como autónomo y, al crecer, pasar a Sociedad Limitada. Sin embargo, si prevés facturar mucho desde el principio o tienes riesgos legales, una SL puede ser la mejor opción desde el día 1.

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